La pandemia por la covid-19 ha provocado una situación sin precedentes en el ámbito educativo. Un escenario que ha generado incertidumbre en padres, madres, docentes y alumnado, gracias a la interrupción de las clases presenciales y el consiguiente aprobado que mantiene en el aire las consecuencias de una recta final de final de curso casi inexistente.

Sobre este tema se han querido pronunciar varios/as expertos/as en materia educativa, entre ellos/as el director general de Grupo Piquer, Miguel Ángel Heredia, en una entrevista para Heraldo de Aragón que tiene por título una cita que arroja una contundente realidad: «Las notas de este curso son un espejismo: las vacaciones no pueden ser de tres meses».

 

Psicosis

Es cierto, la «psicosis» ha afectado de forma notoria a muchos aspectos de nuestras vidas por la covid-19, y también se ha hecho notar en el volumen de alumnos/as en Piquer Enseñanza.

Un descenso considerable que Heredia califica de «preocupante, ya que los alumnos han pasado mucho tiempo confinados trabajando con una metodología ‘online’, totalmente diferente, que ha cambiado sus rutinas, y, ahora, es necesario recuperar esos hábitos de estudio en el aula y su autonomía».

De hecho, el miedo a posibles contagios ha provocado que el Colegio de Verano de Grupo Piquer, al que todos los años acudían cientos de alumnos de ESO y Bachillerato en régimen de internado para prepararse para superar los exámenes de septiembre y convivir con otros compañeros, no tenga la oportunidad de celebrarse.

 

«El nivel ha bajado muchísimo»

Sobre la situación general y la promoción de la gran mayoría de alumnos/as, los padres «piensan que ya no tienen nada que estudiar este verano, y como, además, los exámenes de septiembre se han trasladado a junio…», reflexiona Miguel Ángel Heredia. Un cambio que critica y califica de «barbaridad» que un alumno que ha suspendido cinco asignaturas el 10 de junio tenga que presentarse a las recuperaciones a los pocos días. «Esta -afirma- es una manera de condenarlo a que al final repita curso». 

Además, lamentablemente, «el nivel ha bajado muchísimo». «Si un chaval de ESO o bachiller no ha adquirido esas competencias necesarias en las asignaturas troncales, el año que viene irá perdido, porque, además va a ser un curso muy duro. Va a ser muy difícil recuperar todo lo que se ha quedado atrás durante el confinamiento».

 

«La educación debe ser presencial»

Con décadas de experiencia a sus espaldas, para Heredia «la educación deber ser presencial, exige un seguimiento personalizado por parte de los tutores, sobre todo de esos alumnos que necesitan refuerzos especiales».

Y con respecto a la educación ‘online’, de la que ahora tanto se habla, y no solo por la covid-19, opina que, «efectivamente, puede ser un refuerzo, una solución puntual, pero nunca una alternativa, porque los chavales necesitan socializar». «Estoy convencido -concluye- de que si el confinamiento hubiera durado más tiempo, nos encontraríamos ahora con serios problemas psicológicos».


Si deseas leer más opiniones de Miguel Ángel Heredia, puedes consultar el reciente artículo sobre los ODS, publicado también en Heraldo de Aragón.